Cambios en la vida

02.marzo.2011
                               Artículo escrito por Maritza Juno Mihangos
Categoría: psicología

Ley

La vida es siempre un cambio. Esto se debe a una ley natural, ya que la energía no es estática es dinámica. La vida es energía por lo tanto es un continuo cambio. Aunque deseáramos permanecer sin cambio alguno, no podríamos, sería totalmente imposible.

Corriente

A pesar de que no fuimos enseñad@s para aceptar los cambios con naturalidad, la vida en sí, nos empuja en ésta corriente cambiante. Tenemos que fluir como las aguas de un río, como las olas del mar, como las nubes del cielo. Ninguna de estas aguas ha sido ni será siempre la misma. A pesar de los millones de años que llevan de vida en este planeta, su contenido y forma han sido siempre cambiantes.

Cambio

Los cambios de nuestros cuerpos físicos, cambios mentales, sentimentales y hasta espirituales son parte natural de nuestra vida.

Infancia

Cuando éramos muy pequeñ@s observábamos con asombro y alegría cualquier cambio que surgiera en nuestra vida, ya fuera en nosotr@s mism@s, en la naturaleza, en los animales, en el firmamento, en nuestr@s amig@s, en nuestr@s herman@s, en nuestros padres, y todo esto nos causaba emoción y placer. Estos cambios significaban para nosotr@s que habíamos descubierto algo nuevo y nos sentíamos content@s porque habíamos aprendido algo más. ¡wow! ¡Qué felicidad! ¡Hemos descubierto algo fantástico hoy! esto nos llenaba de emoción, tanta que apenas lográbamos conciliar el sueño por la noche.

Capacidad

¿Qué sucedió  con esa capacidad que teníamos de disfrutar y aprender cosas nuevas?

La vida no ha cambiado, sigue mostrándonos acontecimientos nuevos, hermosos, magníficos, pero ya no les prestamos atención. Estamos tan sumergid@s en nuestras preocupaciones, que las cosas bellas de cada día pasan por desapercibidas.

Etiquetas

Desafortunadamente –en algún momento de nuestras vidas- nos empezaron a enseñar a etiquetar todo en la vida.- A catalogar las cosas en dos extremos: lo bueno y lo malo; lo feo y lo bello; el éxito y el fracaso; la felicidad y la desdicha. Pero además añadieron que un extremo era positivo y nos haría felices, y el otro negativo y que nos traería tristeza, nos haría desdichad@s y hasta fracasad@s.

Un ejemplo de etiquetar algo indirectamente es el tema de la escuela.

Estudia mucho para sacar buenas calificaciones = aunque seas inteligente y tengas buena memoria si no estudias mucho tendrás malas calificaciones = estudiar requiere de todo mi tiempo.

Ya no puedes ver la televisión porque mañana vas a la escuela = no puedo ver mi programa favorito por culpa de la escuela.

Ya deja de jugar porque tienes que hacer la tarea = sí no tuviera que ir a la escuela no tendría tarea y por lo tanto podría seguir jugando.

Estas acciones van directamente a nuestro subconsciente ya que van involucrados acciones y sentimientos.

Los padres enseñaron a los niños a etiquetar la escuela como algo negativo: sacrificio y frustración.

Pero podríamos etiquetarlo y además vivirlo, como algo muy positivo.

Yo misma etiqueté la escuela como algo positivo y maravilloso para mis hijos.

Sí te duermes temprano –mi amor- mañana vas a estar con mucha energía para ir a la escuela = quiero dormirme temprano para disfrutar la escuela mañana y no estar cansad@.

Ya mañana es lunes y vas a poder estar con tus amigos en la escuela = ver a mis amig@s es algo que yo deseo.

¿Qué te dejaron de tarea? ¿Me platicas de qué se trata? ¡Es muy interesante aprender todo lo que te enseñan, vas a ser una persona culta! = lo que aprendo en la escuela es importante, a mi mamá le impresiona mucho.

Sí te portas mal, mañana no vas a ir a la escuela = sí no voy a la escuela no veré a mis amigos y no aprenderé cosas interesantes, me encanta la escuela.

Otro caso etiquetado negativamente es el tema de la muerte.

Sin embargo,la muerte forma parte de la vida. Es un paso más hacia la evolución. Significa que ya cumplimos con nuestra labor. Significa que estamos dejando paso a los que vienen detrás. Significa que hemos adquirido sabiduría. 

Pero lo peor de todo es que hay quien etiqueta la vida como lo más negativo:

La vida es dura; a este mundo venimos a sufrir; debemos cargar con nuestra cruz; hay pocos momentos felices en la vida; la vida es un camino espinoso.

Catálogo

Y sí nos ponemos a analizar hemos etiquetado muchas cosas negativamente formando así todo un catálogo negativo que mostramos y comentamos todos los días de nuestra vida: el trabajo, la escuela, el matrimonio, el divorcio, el concubinato, la muerte, el calor, el frío, la lluvia, el cocinar, hasta el levantarnos cada mañana.

Ejemplo

¿Es este el buen ejemplo y la herencia que estamos dejando a las generaciones detrás de nosotros?

Porque todas estas circunstancias que mencioné significan cambios y con nuestras expresiones negativas sobre ellas les estamos transmitiendo a nuestros hij@s, temor y desconfianza ante todos los asuntos de la vida.

La vida es un reto constante  -cambios y más cambios-, que al ir superando cada paso, debería producirnos satisfacción y por lo tanto incrementar la confianza en nosotr@s mism@s.

No tenemos ningún derecho a sembrar en nuestros hij@s las semillas (ideas) de la desconfianza, la derrota, la tristeza, el miedo, la duda, en general de la negatividad. Porque ya estamos tiñendo de colores obscuros el lienzo de su camino. Dejémoslo en blanco, y ellos mismos decidirán  que colores usarán en la obra de su vida.

 ¡Que la luz te acompañe!