Perdón

 18.feb.2011

                         Artículo escrito por Maritza Juno Mihangos

Categoría: valores 

Últimamente encontramos muchos artículos acerca de lo bueno que es perdonar.   Pero vamos a profundizar en la manera adecuada y  efectiva de perdonar, -que nos traerá como resultado un estado de tranquilidad y felicidad.- Principalmente, no quedando expuestos, a tener que perdonar la  misma falta, una y otra vez.                                                   fotografía: tormenta 

Es muy recomendable perdonar, pero no porque deseemos aparentar que somos unas personas misericordiosas e indulgentes. Vamos a perdonar porque nos conviene a nosotros mismos.

De corazón

Al perdonar de corazón, eliminamos completamente uno o varios sentimientos negativos que se albergan en nosotros: rabia, coraje, venganza, frustración, enojo, celos, desilusión, baja-autoestima, tristeza, ansiedad, impotencia, y un sinfín de sentimientos obscuros… –dependiendo del tipo de agresión que nos hayan proporcionado- y, por la cual, nos encontramos en la disyuntiva, sí debemos y queremos perdonar.

Sentimientos

¿A quién están afectando los sentimientos negativos? ¿A la persona que nos agredió?

Lo más probable es que  la mayoría de las veces, la respuesta sea NO.

Ironía

Es irónico decirlo, pero además de que fuimos agredidos -se desembocaron en nosotros, uno o varios sentimientos negativos-. Y para colmo de males, sí no hacemos algo para desecharlos –además de llorar y patalear-, nos afectarán  mental y físicamente, provocándonos un desequilibrio, un malestar, una enfermedad.

Lo peor del caso, es que la persona que nos afectó, ni siquiera se acuerda de lo sucedido, ni está experimentando ninguno de los sentimientos, por los que nosotros estamos atravesando.

Importante

Pero, lo importante ahora, es nuestro bienestar –decidir no dejarnos afectar negativamente.-

Entonces, es obvio que nos conviene perdonar, y no necesariamente tenemos que expresarlo verbalmente, ni por escrito, ni nada por el estilo. El perdón prácticamente es para nosotros mismos:

Yo decido perdonar a esa persona porque no estoy dispuesto a dejarme afectar negativamente, por lo que me hizo o dijo.  -Porque esa persona no está sufriendo, y yo sí.- Más sin embargo, yo tomo ésta experiencia negativa como una lección de vida, que transformaré en experiencia positiva, para que no me vuelva a suceder.

Olvidar

Con respecto a perdonar y olvidar, de ninguna manera. Sería similar a pedirte: olvídate de todo lo que aprendiste en la escuela -acerca de tus lecciones de matemáticas.-

 Me imagino que sí te costo tanto trabajo de estudio y comprensión, lo menos que desearías es olvidarlas.  Sí fuéramos capaces de olvidar las circunstancias -en las que tantos sentimientos estuvieron involucrados-  padeceríamos de lagunas mentales, estaríamos enfermos mentalmente. Por lo tanto, debemos hacer uso de la estupenda herramienta con la que Dios nos dotó: la memoria. Tener el propósito de no cometer los mismos errores que tanto nos hicieron sufrir y padecer, abriéndonos a nuevas y mejores oportunidades.

Decisión

Por otro lado, perdonar no implica, que seguirás tratando y frecuentando al agresor, como si nada hubiera pasado. Todo lo contrario, debemos tomar una decisión sensata. Como reza el dicho: “Cortar por lo sano”, o por lo menos, mantener nuestra distancia. No sería conveniente seguir exponiéndonos a nadar en aguas tempestuosas, sí sabemos que corremos el riesgo de ahogarnos.

Difícil

En algunas ocasiones es una decisión difícil de tomar, debido a la persona que está involucrada en la relación, pero es importante ser fiel a nuestra integridad, dignidad, honor y, en sí, a todos los valores que nos conforman.

Aprender

Nuestro camino por la vida conlleva un aprendizaje. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.

Ser valiente y no adoptar el papel de víctima nos traerán satisfacciones que nos impulsarán a lograr futuras metas. Porque ahora sabemos que somos capaces de tomar decisiones y lograr su cumplimiento.

¡No te rindas ni te desilusiones por un bache en el camino!

Todos pasamos por lo mismo. ¡Estamos aprendiendo!

¡Mucha Suerte!