Podemos ser felices

08.marzo.2011

                                      Artículo escrito por Maritza Juno Mihangos
Categoría: valores

                                 

Actualmente y en las últimas  generaciones es muy común escuchar comentarios acerca de lo infeliz que se encuentran muchas personas.

Hasta podemos encontrar estadísticas de diferentes países que no solamente evalúan la felicidad o infelicidad de las personas, sino el índice de suicidios que se registran.            

Interés

En realidad no necesitamos ahondar mucho en el tema. Sí prestáramos atención a todo y todos los que nos rodean y pusiéramos  -solamente un poco- de interés en todo ello, no únicamente sabríamos las causas de la infelicidad de las personas, también  con éste simple hecho –de poner interés por otros- estaríamos combatiendo la infelicidad.

Poco

Nos hemos vuelto muy poco observadores, poco comprensiv@s, poco tolerantes, poco cariños@s, poco pacientes, poco indulgentes, poco positiv@s, poco atento@s, poco amables, poco educad@s, poco serviciales, poco eficientes, poco cumplid@s, poco cívicos, poco puntuales, poco gentiles, poco humildes.  Muy poco de todo lo queremos de los demás para nosotr@s mism@s.

Courier

¿Por qué queremos recibir sin dar? ¿No te parece injusto?

Yo creo que nada es gratis en la vida – ni en ésta ni en ninguna.- Ni siquiera tu mism@ te das algo gratis.  Sí quieres obtener un cuerpo sano y bello, primero le tienes que dar tiempo y ejercicio.  Si deseas estar guap@, limpi@ y bien arreglad@; primero  tendrás que dar tiempo para bañarte, peinarte, vestirte, perfumarte, etc. y luego estarás arreglad@.

Sí quieres tener unos dientes sanos, limpios y blancos; primero tendrás que habértelos cepillado muy bien. Hasta para tener unos zapatos o ropa nueva; primero tendrás que ir por las tiendas a buscarla, probártela y comprarla y después podrás usar tu ropa y zapatos nuevos. Sí quieres ser profesionista; primero tendrás que haber ido a la universidad.

En realidad no estamos pagando, porque pagar es una palabra muy fuerte. Estamos

intercambiando, haciendo un trueque. Estamos dando algo a cambio de recibir algo que deseamos.  Estamos promoviendo el flujo de la energía.

Dar

Pero no sucede lo mismo con las relaciones interpersonales. ¿Por qué?

Porque somos demasiado egoístas, altaner@s, prepotentes, soberbi@s, engreíd@s. Cuando se trata de personas se nos olvida que primero debemos dar para recibir. Primero hay que pagar –como en la tienda- para poder recibir la mercancía. O como en el transporte público, primero hay que comprar el billete para poder hacer uso del vehículo. O más simple aún, para obtener una planta, primero hay que sembrar la semilla.

Miedo

Es curioso que no adoptemos la misma actitud cuando se trata de los sentimientos.

Anteponemos el miedo y la duda antes del amor, el cariño, el afecto. Es como si realmente no quisiéramos hacer esa compra. Como si estuviéramos esperando a que nos regalaran algo, que nos lo dieran gratis. Como si estuviéramos paseando por un centro comercial esperando encontrar la tienda de las ofertas –comprar algo barato- algo que nos cueste muy poco. Vivimos temeros@s de que no seamos correspondid@s.

Máscara

Nos disfrazamos y usamos la máscara de que somos autosuficientes, que no necesitamos a nadie para estar felices. Siendo que es todo lo contrario. Tod@s necesitamos de tod@s. Tod@s estamos vinculad@s de cierta manera. Simple y sencillamente por el hecho de vivir en el mismo planeta y ser human@s, ya formamos parte del mismo grupo. Pero solamente somos conscientes de ello cuando se nos avecina una desgracia y la profundidad de esa conciencia depende de la escala de la tragedia. ¿Por qué nos gusta esperar hasta que llegue la tormenta?

No debemos esperar estar al extremo de una circunstancia catastrófica para exteriorizar realmente lo que somos, lo que sentimos, lo que deseamos, lo que nos hace felices.

Amor

Fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Fuimos hechos con amor y por amor. Dios nos demuestra su amor cada mañana. Vemos su amor en todo nuestro alrededor.

Él es el Ser más importante de todo el universo de universos. Dueño y señor de todo y de tod@s. Él no se siente ni es menos por darnos y manifestarnos su amor. Al contrario,al darnos, manifiesta su grandeza, su abundancia. Él es dichoso al darnos. Como las madres a sus bebés –sus cuidados, caricias, desvelos-. Como los recién enamorados –todo su ser, su tiempo, sus pensamientos-.

Conciencia

¿Por qué perdemos  -con el transcurrir del tiempo- la capacidad de dar o querer dar?

Porque también carecemos de la capacidad de valorar lo que tenemos y solamente cuando se esfuma, es cuando adquirimos nuevamente la conciencia de apreciar lo que teníamos.

Desafortunadamente vivimos en la inconsciencia –casi como si estuviéramos en estado de coma- con la diferencia de que nuestro cuerpo físico se mueve en automático.

Sí anuláramos ese botón de automático de nuestras vidas y viviéramos cada instante conscientemente –dejando de actuar por reflejos aprendidos- viviríamos una vida plena, dejando las apariencias y lo mejor de todo es que  seríamos espontáneos y completamente felices.

¿Por qué no intentarlo hoy?

Cambiemos nuestras  perspectivas. Dar lo mejor de nosotros mismos nos reenumera en satisfacción y felicidad.

Frases

Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo.

François de la  Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.